top of page

El poder de las palabras


Una cosa que siempre he creído es que las palabras son poderosas, y éstas ejercen una gran potestad sobre nosotros. Al momento en que leemos un vocablo, en nuestro cerebro se activan distintas regiones que se encuentran vinculadas a nuestros sentidos, permitiendo así olerlas, saborearlas, sentir su tacto, visualizar su significado, o traer un recuerdo que nos marcó en el pasado… Incluso tocar nuestras almas, ya que ellas despiertan emociones, y de un momento a otro podemos pasar de la felicidad a la tristeza, o de la tristeza al miedo.


Desde que aprendimos a leer, nuestra vida cambió. Y es que cada vez que leemos una palabra, automáticamente nos disponemos a tratar de comprender su significado; nos ayudan a entender el mundo, y leerlas es comprender y fortalecer nuestras emociones y pensamientos.


El ser humano hereda las palabras de sus ancestros, con el significado que éstos le dieron, pero con el tiempo, éstas evolucionan junto con nosotros, y sin darnos cuenta, su significado puede llegar a cambiar dependiendo de nuestras experiencias vividas. Por ejemplo, el diccionario le otorga un concepto a la palabra “Garza”, pero sólo basta con dar nuestro primer beso junto a un lago repleto de aquellas fantásticas criaturas aladas para que el significado cambie, y de pronto, cuando leamos o escuchemos la palabra “garza”, instintivamente recordaremos aquel momento tan increíble, sustituyendo el significado inculcado por otro con más poder, con más importancia para nosotros.


Las palabras están vivas, poseen un alma al igual que nosotros, y liberan su poder en cuanto son leídas.


Y tú... ¿Crees que las palabras están vivas?



Fotografía: Raphael Schaller

Comments


bottom of page